Canción de los funerales
So
 La otra noche estuve en un funeral, en Zacapa
 “Ahora estamos agotados,” dije
 A la amable concurrencia que quiso escucharme
 “Por el hambre, por el peso de los viejos y la liviandad de los niños
 Pero sobre todo, por tanto desvuelo estamos
 Que ya no damos una. Siempre
 Viajando, siempre confundidos, golpeamos
 A las puertas de la gente de bien
 Con las manos mortalmente heridas”
 Y dije aún más—muchísimo más
 Pero fuera de la familia, ni una palabra
 Solíamos tener un corazón orgulloso
 Y mucha high resolution frente a los vendavales
 Pero ahora toca decir
 “Templanza, cabecita mía, templanza”
 Pasadas unas semanas, otro funeral, ahora en la Quinta Avenida
 Una difunta de apellido Sánchez Rosales
 Aguda como una lanza, su imagen
 Recogía la transparente pátina de nuestras dudas e inquietudes
 “No lloren ni por los muertos,” nos dijo
 “Ni por los desaparecidos. Lloren, más bien,
 Por los vivos, por sus primos y sus hermanos
 Asesinados frente a su puerta”
 Y ofreció algunas soluciones—de hecho
 Muchísimas soluciones poco agradables, paqué les cuento
 Solíamos tener un corazón orgulloso
 Y mucho cuero duro ante las inclemencias
 Del clima y la locura del hombre
 Pero ahora toca decir
 “Sé paciente, vasija mía, sé paciente.”
                
                    
                        Notes:
                        
            
                        
                                                
                                                                    
                            Read the English-language translation by Urayoán Noel, “Funeral song.”
                    
                        Source:
                        Poetry
                                                                                                                                                                    (November 2022)